La niña que miraba el cielo cuando un dragón azul cayó desde
un cometa, llevaba mandarinas en su
cesta.
El dragón azul que se cayó desde un cometa, se comió las
mandarinas de la cesta de la niña que miraba hacia el cielo.
Se apagaron las estrellas cuando el dragón azul que cayó desde un cometa, se comió las
mandarinas de la cesta de la niña que miraba el cielo.
A la niña le crecieron alas en el sueño donde un dragón azul
cayó desde un cometa y se comió las mandarinas de la cesta de la niña que
miraba el cielo donde se apagaron las estrellas
El dragón azul que se cayó desde un cometa y se comió las
mandarinas de la cesta de la niña que en un sueño tuvo alas y miraba hacia el cielo, prendieron con la niña y con su fuego, las estrellas apagadas en el cielo.
La niña abrió los ojos tras su sueño y no tenía alas ni volaba, y ningún dragón azul caía de un cometa, ni se habían apagado, ni prendían las estrellas con el fuego; habían mandarinas en su cesta que miraba un dragón de dos cabezas y múltiples colores en su cuerpo.
Qué belleza de cuento.
ResponderEliminarGracias, querida. Se lo he guardado a Eva, junto a esta página, para más adelante.
Abrazos y besos
Vicente