El
gallito de la granja
comía
maíz y naranja
cantaba
hasta las tres
en
el corral del vecino
a donde
iba de kermés
La
noche se arremangaba
cuando
el gallito volvía
El
sol en punta de pie
miraba
entre las montañas
y
salía a jugar después
El
gallito no cantaba
al
amanecer el día
El
gallito se dormía
en
clases de economía
Llegaba
tarde a la escuela
por
un fuerte dolor de muela
-a
la maestra mentía-
“Más
claro no canta un gallo”
-dijo
doña gallina.
Lo
ha puesto en una camilla
sobre
los huevos del día
¡A
empollar! -le decía-
con
una gran letanía.
-El
gallo que no era tonto-
con
mucha sabiduría
cuidó
muy bien de sus crías
en la noche y en el día.
Hoy es todo un caballero,
busca
el grano con su pico
se
levanta muy temprano
canta
en su gallinero
y
nunca, y nunca jamás,
ni
siquiera por un vino,
en
el corral del vecino!!!
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